¿Qué es QI? ¿Qué es QIGONG?
Podemos traducir el término «Qigong» como «Trabajo sobre el QI», es decir, como una serie de prácticas o ejercicios destinados a incidir de alguna forma sobre el Qi.
El problema surge cuando intentamos explicar el significado de Qi. El contexto histórico y cultural en el que se desarrolló este concepto es muy diferente al nuestro y esto, a veces, dificulta su comprensión.
Para empezar, debemos entender que el concepto de Qi no tiene traducción literal a nuestro idioma y, por lo tanto, cualquier palabra o término que usemos para traducirlo será inexacto.
Por lo tanto, más que buscar una traducción, lo mejor que podemos hacer es tratar de entender a qué se referían los antiguos chinos cuando hablaban de QI.
Para ello, conocer el significado de los tres Tesoros de la Salud, puede ayudarnos a ello. Según esta antigua teoría, el ser humano se compone, básicamente, de tres aspectos fundamentales; el jing , el qi y el shen.
El Jing se manifiesta (y por ello se relaciona) con nuestra parte física, material. Todo aquello que podemos ver y tocar, se corresponde con el JIng.
Por contra, el Qi no podemos verlo ni tocarlo, pero si sentirlo. El Qi es aquello que permite que todo lo anterior pueda funcionar, pueda vivir. Por lo tanto, aunque no sea la traducción literal, la palabra «función» define con bastante exactitud lo que es el Qi.
De esta forma podemos decir que el Qi es la capacidad del cuerpo humano de vivir y realizar sus funciones. Desde el punto de vista actual, esto depende de varios sistemas, especialmente tres.
En primer lugar, el sistema nervioso, encargado de regular todas las funciones del cuerpo humano. En segundo lugar, el sistema circulatorio, encargado de llevar los nutrientes necesarios a cada una de las células del cuerpo para que puedan realizar sus funciones. Y por último, el sistema fascial, que además de multitud de funciones de sostén, deslizamiento, etc. tiene una importante función de transmisión de fuerza y energía. Además, está repleto de receptores sensoriales que mandan información al sistema nervioso para que este pueda interpretarlas y mandar las respuestas oportunas, permitiendo que el cuerpo pueda adaptarse de forma correcta a su entorno y mejorar así su funcionamiento.
Estos tres sistemas conectan todo el cuerpo, se relacionan entre ellos y disponen de diversas vías o trayectos para llegar a todo el organismo. Hablamos de los nervios, los vasos sanguíneos y las cadenas fasciales. De alguna forma, son lo que los antiguos chinos denominaron como “meridianos” o “canales”, a través de los cuales el Qi llegaba a todo el cuerpo, o lo que es lo mismo, a través de los cuales cada célula del organismo recibía la información y nutrientes para poder realizar sus funciones.
Por último tenemos el Shen, el tercero de los tesoros, el aspecto mental. Aunque en realidad va mucho más allá de lo que solemos entender como “mente”, ya que engloba aspectos como la expresión y la mirada entre otros.
Por lo tanto, podemos englobar como “Qigong” cualquier disciplina que de alguna forma busque incidir sobre el QI, es decir, el correcto funcionamiento del organismo.
En el caso del sistema Luohan, el objetivo va un poco más allá y buscamos trabajar los tres tesoros. Queremos mejorar nuestra estructura, nuestra parte física. Pero también los sistemas que se encargan del correcto funcionamiento del cuerpo. Además, como no podría ser de otra forma, también prestamos atención a nuestra mente, nuestra conciencia y la capacidad de enfocarse y dirigir nuestra intención donde consideremos oportuno o necesario.
©Jose Rafael Beneyto Galbis
Entender todos estos conceptos y teorías resulta vital para que nuestra práctica de Qigong tenga sentido y sea eficaz.
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